8/15/2005

zü (gabriela medina)

Desde el próximo número de SN habrá una columna dedicada a la historia de la escena siniestra nacional. Comienza con Gabriela Medina, alias Zü, cantante mexicana que alguna vez fue corista de los Héroes y luego regresó al país a grabar un disco con covers de Bauhaus, Gabinete Caligari y otros.

Después de eso fue olvidada, la única otra huella que dejó Zü es una sesión de fotos que apareció en Letras Libres. Quizá no era suficiente material para hacer un artículo, pero sólo había una manera de averiguarlo.

Pedí al Sr. Oportuno que me prestará ese número de Letras Libres. Hace unos momentos se metió a hurgar en su caja de revistas y por fin encontró el número 21, de septiembre del año 2000, donde aparece la sesión de fotos que Carlos Somonte hizo a Zü.

Al hojear la revista descubrí que en ese mismo número viene un artículo de García Ponce sobre Truman Capote. Pregunté al Sr. Oportuno si en ese año García Ponce seguía vivo, o si era una publicación póstuma. Esto respondió el Sr. Oportuno:
Seguía vivo, de hecho en esa época él y Javier Marías se pelearon, porque Marías cometió algunos errores en un artículo sobre Faulkner y García Ponce publicó ahí mismo, en la revista, una carta corrigiéndolo. Marías respondió con otra carta, muy sarcástica, a la que García replicó diciendo “he participado en suficientes discusiones literarias como para no notar en qué tono me está hablando, dejémoslo así.

8/11/2005

cabaña

...pero apenas entró de nuevo en la cabaña esa sensación de desamparo se perdió por completo. La estancia iluminada le daba un lugar, la devolvía a sí misma y a su propia seguridad. Sin ninguna inquietud, contenta de tener tanto tiempo por delante, olvidada por completo de las responsabilidades que determinaban el llamado de la ciudad, como si ésta les perteneciera a los otros e hiciera parte de ellos estas responsabilidades, con la firme tranquilidad del que se sabe en su sitio y comprende que le pertenece sólo a él, adquiriendo una nueva independencia a través de la sumisión, sintió que tenía hambre de nuevo y la necesidad de prepararse algo de cenar se le apareció no como una manera de llenar el tiempo, sino como una forma de estar en su cuerpo, del mismo modo que, afuera, los pinos estaban en la noche y la luz de la cabaña debería proyectarse sobre ellos imponiendo su presencia como lo hacía el rumor del viento. Juan García Ponce, La cabaña (1969).

Como el estanque que encuentra Kit en el desierto tras la muerte de Port (en El cielo protector), la cabaña del título es el lugar de tránsito, donde se paga la cuota no para olvidar la pérdida, sino para empezar a vivir con ella. Al igual que el estanque, la cabaña tiene visos de lugar sagrado: al entrar Claudia siente que profana ese espacio, es el sitio especial donde se puede sentir deseo y amor, sin que importe que el objeto que los engendrara haya desaparecido.

7/23/2005

alfredo

Estaba a punto de salir del trabajo. Llovía, el huracán llegaba esa noche. Mamandrila llamó desde casa de la abuela: "ven, aquí está Alfredo, se regresa en dos días a Culiacán".

Alfredo es el menor de mis tíos. Mamá le dice Mani, así que de niño yo también lo llamaba Mani. Se supone que cuando yo era niño él era muy joven, aunque yo lo veía como un adulto, pero que hacía cosas más interesantes que la mayoría de los adultos. Dejé de verlo cuando mis papás me llevaron a Tampico, época en la que él se fue al DF, a hacer prácticas en el hospital La Raza. Pero todavía lo encontraba en vacaciones, cuando los dos veníamos a Monterrey. En la Semana Santa de 1987 me llamó antes de abordar el autobus, para decirme que con él traía La historia interminable. El tipo tenía que colgar y yo estaba terco en que me explicara cómo estaba eso de los dos colores de tinta, y cómo era el Auryn de la portada. "Ya no pongas gorro, al rato llego y te lo voy a dejar". Y así fue. La primera vez que leí Crónicas marcianas también fue con un libro suyo.

...

No lo veía desde el verano de 1993, cuando mi familia acababa de mudarse de Guadalajara a Monterrey. Entonces yo no le notaba el acento sinaloense a su esposa (tía Armida) y su hija era una bebé que bailaba la danza malaya (que consistía en que Alfredo la agitara de un lado a otro, provocando que la güerca se muriera de risa; era malaya porque "malhaya la hora en que me la enseñaron"). Alfredo se dejaba caer en Monterrey cada dos años, pero por alguna razón yo siempre me enteraba tarde, o llegaba a casa cuando él acababa de irse.

...

Me pasmó que antes no notara que mi tía dice "mushasho" y "plebe". Y mi prima Mónica ya va en segundo de secundaria, le gustan las películas de Shyamalan y los libros de Harry Potter. Es la clase de persona que uno esperaría que criara Alfredo: un amor con patas la plebe.

Tía Armida hizo tacos tuxpeños para cenar, sin saber que es una de las cosas que más recuerdo de ellos: cuando vivían en Tecomán (Colima, relativamente cerca de Guadalajara) Alfredo dijo "con mi Amá tenía cada domingo barbacoa y monitos (se refería a las tiras cómicas de El Norte), a falta de eso, aquí los domingos no faltan los tacos tuxpeños".

...

Como a las nueve de la noche, fumando en el patio de la abuela.

—Entonces los vendían en cualquier Sanborn's, hasta en los supermercados. Terror 1, Terror 2 y así como hasta el 12. Había uno que me gustaba mucho, tenía de subtítulo "Se vende magia", de puros mensos que compraban cosas mágicas que luego no podían controlar.

—No estaba en la serie Terror, también era de Roca, pero de la serie de bolsillo.

—¿Te acuerdas de ése?

—Sí, lo dejaste cuando fuiste de visita a la casa de Guadalajara.

—Ahí venía uno que me gustaba mucho, de un tipo que venía huyendo y da con una librería en la que...

—Que en alguna página de alguno de los montones de libros está escrito el mejor momento de tu vida. La gente busca con morbo, pero es bien peligroso porque puede ser algo que ya ha ocurrido (con lo que se dan cuenta que el resto de su vida será de bajón). La librería estaba abierta de madrugada, cerca de una carretera en Monterey, California.

—¡Sí, ese cuento!

—Tampoco puedo recordar el título, ni el autor. Y el libro se quedó en Xalapa.

...

Cerca de las tres de la mañana, hablando de radio.

—Su programa era de madrugada, la raza decía "ya va a empezar el tipo que platica con las personas". Porque eso hacía, sólo platicaba, mejor dicho escuchaba, porque nunca daba juicios, sólo decía "pues es una manera de verlo" o "es un buen punto el tuyo". Y siempre hay mucha gente desvelada con ganas de ser escuchada.

—¿Lo pasaban en el DF?

—Lo escuchaba cuando vivía en el DF, pero el fulano transmitía desde Guadalajara. Una vez le llamo un tipo para decirle "te hablo porque me paso diez, quince días, sin hablar con nadie". "Bueno, de seguro que a veces tienes que decir buenos días o me trae la cuenta", dijo el locutor. "Claro, pero eso no es hablar". Y es cierto, eso es una operación de supervivencia, como sacarle filo a una lanza para cazar mamuts, una herramienta, pero no hablar. En realidad nos pasamos días sin hablar con nadie.

—Been there.

—Sí, así estaba yo también cuando vivía allá, cuando escuché el programa. No esta mal si te gusta. La soledad es muy sabrosa, si realmente quieres estar así. Una noche tu abuelo hizo lo que nunca: abrió una botella de tequila y le dijo a sus hijos, yo en la bola, que había que echarse un tequilita y platicar a gusto. Lo que era raro, ya ves que el abuelo era bastante seco. Total, que él se paso su trago como si fuera agua, mientras nosotros lo sorbíamos haciendo gestos. Cuando nos vio la abuela Modesta dijo "no me enojo porque tomen, me enojo porque se toman algo que no les gusta". Pues eso, no es que te quedes solo, sino que hayas escogido estar así.

7/10/2005

revue noir: entrevista a nicki jaine



Nacida en Asbury Park (Nueva Jersey), Nicki Jaine reside desde hace cinco años en Philadelphia, donde inició su carrera como compositora e intérprete. Tras encargarse del teclado y la guitarra en la gira 2004 de Black Tape for a Blue Girl formó junto al líder de esa banda, Sam Rosenthal, el acto de cabaret oscuro Revue Noir, que ya tiene un sencillo en circulación y prepara un EP para el próximo otoño. Sobre su nuevo grupo, sus influencias y anteriores proyectos comentó algunas cosas en esta entrevista para SN.



¿Como comenzaste a escribir canciones?

Desde muy pequeña hacía canciones. Las trabajaba en mi mente mientras tocaba, cantándolas en voz alta, sólo algunas veces las escribía. En aquel momento no pensaba que realmente estuviera escribiendo canciones, sólo dejaba salir la música y me encantaba.

¿Qué buscas en una canción?

Más que algo tangible y objetivo busco un sentimiento. Es un proceso digno del Dr. Frankenstein: tengo muchas ideas diferentes para letras, puentes, intros, versos, luego los ensamblo en varios modos, hasta que cada parte parece encontrar su lugar y la canción cobra vida.

¿Qué discos cambiaron tu vida?

Más que un álbum, fue una canción y su video los que más me impactaron. Siendo pequeña vi en MTV el video "Stay", de Shakespeare's Sister. Cuando entró la segunda cantante, con esa voz oscura, hechizante, me sentí completamente intimidada. Pensé "eso quiero hacer cuando crezca". Unos años después llegó otra de las cosas que me marcaría, cuando mi padre me regaló el Aqualung de Jethro Tull. Ese álbum me encantó y ha sido un gran fuente de inspiración.

Cuéntanos algo de tu carrera antes de Revue Noir.

Fue en el verano de 2001 cuando empecé a presentarme en escenarios, formar amistades con otros músicos y explorar más intensamente mi creatividad. Fue un período muy emocionante. Aumentó mi interés en tener una banda, conocí a algunos individuos bastante creativos y así nació Torn Paper Dolls. La energía que sentía en las presentaciones era increíble y teníamos una gran química artística. Desafortunadamente, las cosas no iban tan bien fuera del escenario, lo que llevó al grupo a su fin en el año 2003. Volví a tocar sola poco antes de la desintegración del grupo, fue algo difícil pero lo pasé muy bien abriendo conciertos de amigos como Ego Likeness y Anathema Device.

¿Cómo conociste a Sam Rosenthal?

Fue en la fiesta de navidad que Middle Pillar dio en diciembre de 2003. Un amigo en común nos presentó y pronto nos llevamos bien. El siguiente septiembre me fui de gira con Black Tape for a Blue Girl, lo cual fue una gran experiencia. Luego del tour, Sam y yo comenzamos Revue Noir.

Aunque tienes raíces en distintos géneros musicales, has sido bienvenida por la escena gótica. ¿Eso ayuda a mostrar tu música o lo hace más difícil, al ponerte una etiqueta?

Uno de mis primeros shows fue en el Club Nostradamus de Filadelfia, abriéndole a Carfax Abbey. Estaba algo nerviosa, porque Carfax Abbey es una banda gótica talentosa y bien establecida en su escena, y ahí estaba yo, ¡una chica sola con su guitarra acústica! A los chicos de Carfax Abbey, sus amigos, el público, a todos les encantó y así entré en ese medio.

Me considero afortunada por haber encontrado ese espacio. He conocido algunos de los individuos más creativos y brillantes, y también algunos de mis mejores amigos, en la escena gótica. Claro que también tengo grandes amigos fuera de ella. Es casi inevitable que te etiqueten. Puede ser útil y al mismo tiempo limitante. Busco rodearme de gente creativa e inspiradora con distintas inclinaciones artísticas, trato de no pensar mucho en las etiquetas.

¿De qué trata "A Girl, A Smoke"?

Es sobre el final de una amistad muy significativa para mi. Una persona que me recomendó leer a Bukowski y hacer la gira con Black Tape. Cosas que iniciaron juntas y terminaron también juntas. Fue una interesante combinación de sucesos, no estaban directamente conectados, pero encajaban juntos de una manera única.

Cada reseña del single de Revue Noir incluye la palabra "cabaret". ¿Qué te dice ese término?

La primera vez que vi la palabra cabaret usada para describir lo que hacía fue en una reseña de hace tres años. En los conciertos la gente empezó a hablarme de Marlene Dietrich y Lotte Lenya, comparándolas con lo que yo hacía. Así que busqué algunos de sus discos, renté Morocco y El ángel azul y me encantó lo que escuché y observé ahí. Me siento conectada a algunos elementos de lo que hacían Dietrich y Lenya, era emocionante que la gente encontrará algo de ellas en lo que yo interpretaba.

No creo poder dar una definición clara de lo que esa palabra significa para mí, pero definitivamente tiene un espíritu y una energía particulares.

Ute Lemper encontró muy buena acogida con el cancionero de Kurt Weill. The Dresden Dolls y el último disco de Lydia Lunch han despertado bastante atención. ¿Por qué crees que la gente esté volviendo a interesarse en el sonido de cabaret?

No estoy segura del porqué, pero me parece genial.

Hay un par de citas de Bataille en el perfil de la banda en MySpace, ¿qué más te gusta leer? ¿Cómo afectan la literatura tu obra?

Fue Sam quien puso esas citas. Las cosas que leo tienen un impacto muy fuerte en mi vida, y por ende en mi trabajo. El año pasado disfrute particularmente Catch 22 (de Joseph Heller) y un par de biografías, de Albert Einsten y Marlene Dietrich. Me encantan las novelas distópicas y adoro a Kurt Vonnegut. Mis lecturas juegan un papel importante en quien soy y cómo veo el mundo.

La actual alineación de Revue Noir incluye a Meredith Yayanos, de The Vanity Set. ¿Cómo se hicieron de tan buena violinista? ¿Conoces personalmente a Jim Sclavunos (The Vanity Set, Nick Cave & the Bad Seeds)?

¡Meredith es magnífica! Hace dos años vi en vivo a The Vanity Set y me dejaron en trance. Meredith me asombró. Cuando Sam y yo regresamos del Halo Star Tour, el pasado otoño, enviamos e-mails a nuestros amigos, buscando integrantes para Revue Noir. Uno de nuestros amigos le pasó el mensaje a Amanda Palmer de Dresden Dolls, quien se lo pasó a Meredith y ella me contactó. Todo salió de maravilla.

No conozco a Jim personalmente. Meredith nos presentó luego de una actuación de The Vanity Set, sólo lo salude y le dije lo mucho que me gustaba su banda. Fue muy agradable, ojalá podamos vernos de nuevo.

¿Qué planes tienes con Revue Noir para este año?

¡Hay tantas cosas! Estamos grabando un EP, filmando un video, escribiendo nuevas canciones, haciendo presentaciones, diseñando la página web, es un momento muy emocionante.

¿Algo que quieras decir a nuestros lectores?

Haz lo que amas y no temas los riesgos. Apenas nos alcanza el tiempo para disfrutar de las cosas y la gente que amamos, así que hay que hacerlo mientras podamos. Haz algo atrevido, excitante, algo completamente ridículo, sólo por el gusto de hacerlo, por disfrutar de estar vivo.

Muchas gracias por esta entrevista y buena suerte con Revue Noir.

Muchas gracias a ti.


revuenoir.com
nickijaine.com

Apareció en Sonitus Noctis No. 12 (Julio 2005)