11/06/2004

mickey

Errores de performatividad 2.1

Personajes: Mickey Mouse, la Secretaria de Gobernación y el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública.

La IFAI recibió una solicitud de información firmada "Mickey Mouse". La Segob se negó a atenderla, por considerarlo una falta de respeto. Aunque el artículo 40 de la Ley Federal de Transparencia admite el uso de seudónimos la Segob alegó que el nombre debía por lo menos aparecer en el registro civil. La sorpresa fue encontrar en el registro decenas de personas con ese nombre.

postal

Errores de performatividad 2.0

Personajes: The Postal Service (grupo formado por Jimmy Tamborello de Dntel y Dave Gibbard de Death Cab for Cutie) y The United States Postal Service.

Tamborello vive en Los Angeles, Gibbard en Seattle. Comenzaron a colaborar enviándose grabaciones por correo, de ahí el nombre del grupo. En agosto de 2003 recibieron una llamada de atención del Servicio Postal de EU, quienes reclamaban su derecho exclusivo a usar ese nombre. Acaban de llegar a un acuerdo: como el servicio postal está perdiendo la batalla contra el e-mail y le urge promocionarse entre los sectores más jóvenes de la población, el grupo grabará promocionales para esa dependencia federal, además de tocar en vivo en su Conferencia Ejecutiva Nacional del próximo 17 de noviembre (un raro privilegio, tomando en cuenta que The Postal Service ha tocado en vivo en contadas ocasiones).

11/04/2004

chuck palahniuk - diario. una novela.

Uno se puede suicidar de mil formas distintas sin morirse de verdad. Él, Peter Wilmot, ha intentado matarse y sólo consigue quedar en coma. Ella, Misty Kleinman, debe tomar un empleo para mantener a su hija y cuidar de su marido vegetal. Como los viejos marinos, lleva un diario para que su pareja sepa lo ocurrido durante el distanciamiento. Cada día es un reclamo por la vida a la que ha sido condenada. Por el diario también nos enteramos de la infancia de Misty, cuando imaginaba una isla con forma de esqueleto de pescado, con una calle en cada espina y un puerto para el ferry en la cabeza. Ella imaginó esa isla durante años, dibujó cada uno de sus edificios de piedra y eventualmente esos dibujos la llevaron a estudiar pintura.

Inmortalidad de fabricación casera. Constantemente llegan llamadas. Los viajeros descubren que sus casas, remodeladas por Peter, tienen habitaciones de menos: en alguna ha desaparecido la cocina, en otra el cuarto de lavado. Tratando de descubrir dónde han ido a parar sus cuartos rompen el tapiz y los recubrimientos de madera, dejando al descubierto frases amenazadoras. Peter ha marcado su territorio, como antes lo hicieron Maura Kincaid y Constance Burton, las pintoras de la escuela de Waytansea, los célebres fantasmas del lugar. Como si se tratara de una pesadilla de Philip K. Dick, las inscripciones de los muertos aparecen para alertar a los vivos: "sal de esta isla mientras todavía puedes".

Cuando no entiendes algo puedes hacer que signifique cualquier cosa. Si Palahniuk se limitara a desenmascarar los peligros del culto al trabajo y el lujo no pasaría de lo que hacen Houellebecq, Easton Ellis y otros pregoneros de la Caída de Occidente. Así que sus personajes escarban más hondo, hasta dar con esa última veta de energía vital que permanece latente bajo el hastío. Y aunque ésta irrumpe en la historia derrumbando la mascarada de comodidad, él la muestra parcamente, sin fanfarrias ni malditismo impostado. En Diario, los conocimientos de anatomía que Misty ha recibido en la escuela, en ese remoto pasado cuando no imaginaba terminar como una camarera semi-viuda, le dan la coartada perfecta para auscultar el alma de los personajes sin aludir a ningún sentimiento. La narradora sólo tiene que describir los músculos que son puestos en acción, lo que esas contracciones y distensiones representan. Porque todo lo que hacemos, nuestra postura y caligrafía, las notas que escribimos al margen de los libros y las frases dichas al vuelo, todo es un diario que habla de quiénes hemos sido y qué nos mantiene en pie. Como los cabellos que bajo análisis revelan al especialista nuestras adicciones.

Milagros por encargo. Ser irónicos es el imperativo. Los otros chicos de la escuela de artes rellenaban ositos de felpa con excremento, tejían electrodomésticos con fibra vegetal. Misty pintaba paisajes que suponía inventados, pero más tarde descubrirá que existen realmente en la tierra de Peter, la isla de Waytansea. Wait and see. Cuando vuelva a pintar, con los ojos cerrados y el corazón destrozado, Misty cambiará el destino de la isla. Como lo ha hecho antes y lo hará después, contra su voluntad.

Diario es eso que ordinariamente se llama una novela de ideas, pero Palahniuk, tan cercano a los motivos de Ballard y Dick, no pretende que las consideraciones estéticas (el dolor como herramienta artística, la imposibilidad de hacer otra cosa que autorretratos) o la interpretación de expresiones sostengan por completo el libro, y no duda en darle la tensión de un relato de horror. El día que se decidan a llevarla al cine lo mismo podría hacerlo Fincher que Amenábar. Con Diario, Palahniuk se ha atrevido a jugar varias partidas de diferentes juegos al mismo tiempo y las ha ganado todas. Ampliamente recomendable.

Chuck Palahniuk - Diario. Una novela. Mondadori. Barcelona, 2004.

Apareció en Sonitus Noctis No. 6 (Noviembre 2004)

hurón

Errores de performatividad 1.0
Personajes: el Hurón (también llamado Sr. Magnánimo) y el Elfo (también conocido como Sr. Sagaz).

En la sala de la casa, al tercer día del puente del Día de Muertos. Están jugando a decir líneas dramáticas telenoveleras. Luego de dos o tres al Elfo se le van las cabras:


Elfo (con expresión digna de Ernesto Alonso en El maleficio)
"Hurón Hurón, tus padres... no son tus padres"

Hurón (sin poder contener la risa)
"Pendejo, mis papás no son mis papás"

Cae el telón. Se escucha que siguen pendejeando al Elfo.

11/01/2004

john peel (1939 - 2004)


Dedicarme a esto durante 35 años no ha sido por dedicación ciega ni por falta de ambición. Desde que me di cuenta que nunca jugaría con el Liverpool nunca quise hacer otra cosa. Tener la oportunidad de hacer lo que siempre has soñado, y seguir haciéndolo, me hace un tipo increíblemente afortunado. Si muriera mañana no tendría nada de qué quejarme. John Peel, 19 de junio de 2002.


El pasado 25 de octubre, mientras vacacionaba en Cuzco, Perú, falleció a causa de un infarto John Peel, el legendario conductor de la BBC que fuera determinante para la carrera de muchos grupos, entre ellos The Cure, Siouxsie & the Banshees y Cocteau Twins. Al enterarse de su muerte, Bernard Sumner declaró a la prensa que "sin él no hubieran existido Joy Division y New Order, era de las pocas personas que daban a esa música un oportunidad de ser escuchada". Su compañero Peter Hook afirmó "él fue el único apoyo que tuvimos en nuestros inicios... no me gustaría nada estar en un grupo nuevo que tuviera que arreglárselas sin John Peel". El conductor de The Perfumed Garden y Home Truths fue también el primero en tocar un sencillo de The Smiths. Su desaparición ocupo la portada en múltiples revistas, incluso hubo un comunicado del primer ministro británico lamentando su muerte.

En un mundo donde los reconocimientos musicales siempre han dicho poco, grabar una sesión en el estudio de Peel (ese cuarto pintarrajeado donde bailaban los integrantes de Madness en el video de "One Step Beyond") era un dato confiable, significaba que un grupo era digno de ser escuchado. La lista de Peel Sessions es impresionante, y muchas de ellas fueron editadas como disco, pero el nivel de las bandas que pasaron por ahí no se debía al generoso presupuesto de la estación: la mayor parte eran invitados antes de conocer sus días de gloria, era Peel quien reconocía su importancia escuchando los demos y les daba difusión.

No lo impresionaban los conceptos ni la técnica, sino la capacidad para escribir canciones memorables, sin importar el género. Gustaba del death metal, y su canción favorita era "Teenage Kicks" de The Undertones, dos minutos de efervescencia punk celebrando los sueños de juventud. Fue la primera canción que se tocó dos veces seguidas en la BBC y la que tocaron al anunciar la muerte de Peel.

John Ravenscroft (su verdadero nombre) nació en 1939 en Heswall, Inglaterra, y comenzó su carrera en la radio de Estados Unidos en 1965. En sus propias palabras, su único mérito para ser contratado por la WRR de Dallas en el apogeo de la beatlemania fue su nacionalidad. En 1967 adoptó su nombre de batalla y regresó a Inglaterra, donde trabajó en una estación pirata (en todos los sentidos: transmitían desde un bote fuera de los dominios marítimos de Gran Bretaña). Ese mismo año se aprobó la ley que permitía perseguir a las estaciones piratas, pero ante el empuje del pop la BBC abrió Radio 1, dedicada a ese género, contrató a Peel y el hombre trabajó ahí, con completo control sobre la música que programaba, hasta el día de su muerte.

A comienzos de los noventa tuvo un programa pregrabado dirigido al público estadounidense, pero su reconocimiento en el extranjero se debió más a las Peel Sessions y, recientemente, a las transmisiones por internet. Transmitió desde diversos festivales europeos y ocasionalmente participaba en ellos como DJ, presentando sesiones eclécticas que sembraban el desconcierto. Su vida doméstica era del dominio público, tuvo cuatro hijos, un largo matrimonio y su casa siempre estuvo llena de cajas con discos por escuchar. De mayo a diciembre de 1999, hurgando en los archivos de la BBC Music Library, seleccionó y condujo The Peelenium, una serie con sus canciones recomendadas, desde 1900 hasta ese día, sólo cuatro por cada año.

Murió dejando inconclusa su autobiografía. Lo que alcanzó a escribir, complementado con material de archivo y declaraciones de su familia y colaboradores, será publicado en septiembre de 2005 por la editorial Transworld.


Apareció en Sonitus Noctis No. 7 (Diciembre 2004).