10/19/2011

la condena del barcelona

Tengo esta impresión: cada que entro a la cafetería están viendo un juego del Barcelona. Y en ese estadio televisado siempre es de noche y el equipo rival nunca es de la liga española. Como si el Barcelona sólo pudiera jugar de noche, tuviera que jugar a diario y ya no participara en la liga española. Bastaría revisar las noticias deportivas para descubrir que esa no es la situación. Pero sin investigar en las noticias, para mí, inductivamente, ese equipo vive encerrado en su estadio, está condenado a jugar cada noche y cada noche le llevan un rival extranjero para que lo devore.

10/17/2011

tres de cf en project gutenberg

Slate puso links de Amazon para los cinco libros que menciona Margaret Atwood en esta entrevista. Pero tres de ellos están en Project Gutenberg:

The Coming Race, by Edward Bulwer-Lytton.

The Purple Cloud, by M.P. Shiel.

A Crystal Age, by W.H. Hudson.

10/14/2011

para aquellos que aman esta clase de cosas

Dos fragmentos de Zuleika Dobson (Max Beerbohm, 1911).

Clío, podía, por lo menos, abstenerse de leer las obras que, por ficción legal, se suponía que inspiraba. Una o dos veces por siglo, pasaba los ojos por tal o cual libro de historia, para volver a dejarlo con un encogimiento de hombros. Le gustaban bastante algunas crónicas de la Edad Media. Pero un día, cuando Palas le preguntó qué pensaba de la Decadencia y caída del Imperio Romano, su única respuesta fue: "ostis toia echei en edone echei en edone toia" (Para aquellos que aman esta clase de cosas, ésta es la clase de cosas que aman).


Para nosotros, a los que tan pronto "el tiempo empaña el resplandor de la juventud", es algo extraño, y hasta ridículo, pensar que Zeus, después de tantos años, siga todavía sujeto a sus pasiones. Y nos parece de todos modos lamentable que todavía no haya conseguido la suficiente seguridad en sí mismo para presentarse en su propia persona a la dama de su elección, y todavía se tome el trabajo de transformarse en el objeto que cree más conveniente para agradarle. Desde el Olimpo, voló de pronto hacia Clío, con la apariencia de la Invasión de Crimea, de Kingslake (4 vols., grande en octavo, media piel).


De hecho The Invasion of the Crimea apareció en ocho volúmenes, pero la imagen sigue siendo magnífica. Imaginen esto volando desde el Olimpo para ir a ligar:

"Hola, nena. Deja esas ediciones en rústica y descubre lo bueno. ¡Grrr!"

el dragón occidental

Slavoj Zizek en una conferencia disponible en YouTube:

Si ves a los grandes administradores, especialmente en los Estados Unidos, uno de sus fetiches es lo que irónicamente llamo "budismo occidental", toda esta espiritualidad, meditación trascendental y esas cosas, eso es su fetiche. Pueden hacer todas sus sucias jugadas en el mercado, pero para sí mismos piensan "¡oh, yo sé que esto es sólo un juego de apariencias, la verdad reside en mi yo interior!" y cosas así.


Ramzi Amri (investigador del Hospital General de Massachusetts) en un comentario de Quora, luego reproducido en Gawker:

Para decirlo sencillamente, el Sr. Jobs eligió tratamientos alternativos antes de recurrir a la medicina convencional. Dadas las circunstancias, parece seguro afirmar que la preferencia de Jobs por la medicina alternativa lo llevó a una muerte innecesariamente temprana... llevo año y medio investigando el tipo de tumor que sufría Steve Jobs y tengo algunas opiniones claras en su caso.

10/11/2011

el avatar de nicolás díaz

Al pasar junto a un bar y ver por la ventana reconocí a mi tío, que estaba viendo un partido de la selección nacional de futbol. En varias ocasiones me lo he encontrado en el centro de la ciudad y él no me había reconocido, porque me conocía de adolescente y de niño, no como un tipo treintón. De todos modos entré a saludar y esta vez sí me reconoció y me invitó una cerveza y vimos a la selección mexicana anotarle un gol a Brasil. Resultó que la mitad de los presentes en el bar eran tapatíos y habían conocido a mi padre. De nuevo estaban viendo un partido de futbol con un Nicolás Díaz, si bien éste no era el Nicolás Díaz que cantaba y tocaba canciones de los Beatles en la guitarra. Era uno que no canta ni toca y apenas puede identificar a un par de los seleccionados.

En la mesa de mi tío estaban amigos que él conoce desde los años cincuenta. Uno llevaba una venda en la mano. Unas horas antes su coche había fallado en Hidalgo, Nuevo León, y al intentar repararlo se había hecho una herida. "No había Cruz Roja, ni policías y casi creo que ni bomberos —dijo—, ya todos renunciaron o están en el bote". Lo había curado una chica de Protección Civil que ni gasas tenía. La mujer fue a una farmacia, compró una venda y la rompió en tiras para cubrir la herida.

Un brasileño empujó por un costado al Chicharito Hernández y lo mandó al césped. Hasta donde sé la carga por un costado es legal en el futbol, pero ésta había sido particularmente fuerte y el árbitro marcó penalty. En lo que los brasileños reclamaban mi tío recordó que él había sido árbitro por diez años y contó algunas historias de entonces. Al final un mexicano mandó el tiro a las manos del portero y surgieron los comentarios sobre la justicia poética: "ése no era penalty". Me despedí de mi tío. También por justicia poética, estos señores no hicieron nada mal para merecerse a un Nicolás Díaz que no sabe tocar y cantar canciones de los Beatles.